La noticia llegó justo cerca del final de la práctica matutina del plantel y caló hondo. Matías Diarte, el hincha salvajemente golpeado por hinchas de Boca en Formosa, falleció luego de agonizar durante casi un mes.
“Matías se hizo hincha porque yo lo llevé a la cancha cuando era chico. Lo amaba a San Martín, iba a todos lados”, aseguró Juan José Morales, ex jugador “santo” y primo de Diarte.
El fanático, habitué en la tribuna de calle Pellegrini cada vez que jugaba el “Santo” viajaba a todos lados impulsado por un amor inigualable hacia esos colores que aprendió a amar desde pequeño. Así llegó a Formosa, el 7 de septiembre para ver a su San Martín querido contra Boca, por Copa Argentina, sin saber que allí iba a recibir un mazazo del que no iba a poder recuperarse jamás.
La golpiza recibida le ocasionó graves lesiones en su pierna izquierda. Pero lo peor iba a llegar en un quirófano. Según explicaron algunos familiares, una complicación antes de la operación hizo que Matías quedara en coma. Ayer, su corazón dijo basta y el mundo del fútbol lo despidió con honores. Las cuentas oficiales de Twitter de San Martín y Atlético lo homenajearon; también los jugadores “santos” en las redes sociales.